14-8-2014
Para
que no se crean que todo aquí es un relajo, y consecuentes con la idea del
viaje, le preguntamos al guardia de la entrada a las termas si nos podía
recomendar alguna persona que nos pudiera contar de primera mano sobre los
orígenes de las termas, a lo cual se ofreció él mismo a tal faena, quedando
comprometidos a regresar a las 13 hs para realizar el reportaje – NUESTRO
PRIMER REPORTAJE – con filmación y todo.
Nos
fuimos más contentos que perro con dos colas, y más nerviosos que alumno en su
primer exámen.
Pero
todo salió bastante bien, a pesar de que somos neófitos en el tema; más bien, somos caraduras.
La
idea que tenemos es ir juntando material, entrevistas, charlas, videos, fotos,
etc.. editar el material, darle forma, y ver de qué manera publicarlo en algún
medio para que se conozcan las historias.
Inicialmente, compartiremos algo de las historias y fotos en este blog.
De paso, y ya que hablamos de este tema aquí, si a algún lector de este blog se
le ocurre alguna idea, somos todo oídos.
Como
dijimos al incio del blog, intentaremos recoger historias de vida, situaciones
que están sucediendo aquí y ahora, anécdotas, personas y personajes que se nos
crucen en nuestro camino y que transmitan algo que sintamos que sería bueno o
importante compartir con otros. Y que
estas vicencias no queden guardadas en nuestra caja de fotos e historias de
viajes.
Otro
tema… como diría Santo Biasati.
El
martes, cuando llegamos a las termas, nos dimos cuenta que había algo que
colgaba de debajo de las ruedas de la casa rodante. Eran los dos soportes de los amortiguadores
que había colocado Fernando antes de salir de viaje. Sabíamos que en algún momento, antes de
volver a la ruta, había que solucionar el tema, asique eso fue lo que nos
retuvo toda la tarde.. a Fernando
desarmando ruedas y demás yerbas y
trasladándose al taller de Don Beto Chaile en Fiambalá, y a mí, escribiendo el
diario de viaje para que no se me atrasen los temas y se me escapen las
impresiones vividas en estos últimos días sin internet. Todos los trámites nos llevaron: a mí, hasta las 19 hs, y a Fer hasta las 22
hs.
Bien
entrada la noche, nos premiamos con un baño nocturno en las termas, flotando
largo rato mirando las estrellas, disfrutando de una bella, silenciosa e
inusualmente cálida noche fiambalense.
El perfecto final para un día “agitado”.
Nora.
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