martes, 19 de agosto de 2014

Fiambalá. Charla con Don Catalino Reales y... algunos mimos para la Morocha


 
14-8-2014

Para que no se crean que todo aquí es un relajo, y consecuentes con la idea del viaje, le preguntamos al guardia de la entrada a las termas si nos podía recomendar alguna persona que nos pudiera contar de primera mano sobre los orígenes de las termas, a lo cual se ofreció él mismo a tal faena, quedando comprometidos a regresar a las 13 hs para realizar el reportaje – NUESTRO PRIMER REPORTAJE – con filmación y todo.

Nos fuimos más contentos que perro con dos colas, y más nerviosos que alumno en su primer exámen.

Pero todo salió bastante bien, a pesar de que somos neófitos en el tema;  más bien, somos caraduras.



La idea que tenemos es ir juntando material, entrevistas, charlas, videos, fotos, etc.. editar el material, darle forma, y ver de qué manera publicarlo en algún medio para que se conozcan las historias.  Inicialmente, compartiremos algo de las historias y fotos en este blog. De paso, y ya que hablamos de este tema aquí, si a algún lector de este blog se le ocurre alguna idea, somos todo oídos.

Como dijimos al incio del blog, intentaremos recoger historias de vida, situaciones que están sucediendo aquí y ahora, anécdotas, personas y personajes que se nos crucen en nuestro camino y que transmitan algo que sintamos que sería bueno o importante compartir con otros.  Y que estas vicencias no queden guardadas en nuestra caja de fotos e historias de viajes.

Otro tema… como diría Santo Biasati.

El martes, cuando llegamos a las termas, nos dimos cuenta que había algo que colgaba de debajo de las ruedas de la casa rodante.  Eran los dos soportes de los amortiguadores que había colocado Fernando antes de salir de viaje.  Sabíamos que en algún momento, antes de volver a la ruta, había que solucionar el tema, asique eso fue lo que nos retuvo toda la tarde..  a Fernando desarmando ruedas y demás yerbas  y trasladándose al taller de Don Beto Chaile en Fiambalá, y a mí, escribiendo el diario de viaje para que no se me atrasen los temas y se me escapen las impresiones vividas en estos últimos días sin internet.   Todos los trámites nos llevaron:  a mí, hasta las 19 hs, y a Fer hasta las 22 hs.

Bien entrada la noche, nos premiamos con un baño nocturno en las termas, flotando largo rato mirando las estrellas, disfrutando de una bella, silenciosa e inusualmente cálida noche fiambalense.  El perfecto final para un día “agitado”.

Nora.

 

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