miércoles, 3 de septiembre de 2014

Tarija - Bolivia

24-8-14

Dormimos como chanchos que zafaron de su San Martín, y por eso no escuchamos ni cuando nuestro vecino - con semejante camión - encendió el motor y se fue, dejándonos con un montón de preguntas para hacerle. Desayunamos y nos fuimos a recorrer el pueblo. El GPS nos dirigió a la Ofna de Turismo, donde queríamos conseguir un mapa de Bolivia, ya que no tenemos nunca la seguridad de contar con wifi o internet, y además queríamos que nos orienten sobre lugares interesantes para visitar. En el lugar no había nada, ni oficina ni turismo.. asique empezamos a perdernos.. concientemente. Así, llegamos a una pequeña plazoletita,hermosa, muy bien cuidada como todas las plazas de Tarija. La sombra nos invitó a estacionarnos enseguida. Al mismo tiempo, el móvil de la policía se nos estaciona atrás...

Bajamos y vemos que salen rápido los oficiales y se dirigen a un grupo de hombre que estaban sentados en la placita, totalmente borrachos. Uno de los oficiales les incauta las botellas de "gaseosa" que estaban bebiendo, las huele, y algo no le debe haber gustado porque derrama todo el contenido en el pasto.. Luego los echan de ahí. Nos parece que a uno se lo llevan; tal vez no puede trasladarse por sí mismo. Un policía pasa cerca nuestro, y le preguntamos si hay algún problema con la Morocha estacionada ahi, y en seguida nos dice muy amablemente que no hay ningún problema con nosotros. Fernando le elogia el trabajo que hacen, y seguimos caminando y disfrutando de la hermosa y cálida mañana.



 policías haciendo cumplir la ley

A pocos metros nos encontramos con la Iglesia de San Roque.

 
 iglesia de San Roque - frente

Entramos y sacamos fotos. Es muy bonita. Disfrutamos de los cánticos de un grupo de jóvenes que estaban amenizando en vivo los rezos de los devotos que constantemente entraban. Gente muy humilde, muy trabajadora, muy sufrida.

 


 iglesia de San Roque - interior

Cuando salimos, nos sentamos en un banco de la plaza, debajo de un naranjo en flor que nos rodeaba con su intenso perfume. Pasa una señora que vive justo en frente de la placita, y le preguntamos sobre la ofna de turismo y algún lugar donde comprar algo de ropa de verano, y comenzamos a hablar. Nos dio el dato de El Campesino, un centro de compras. Luego nos contó su vida. Qué educados y amables que nos resultan los bolivianos! La verdad que el preconcepto que teníamos de ellos era tan distinto... Claro que no todos son así, hay excepciones como en todos lados; incluso hay muchos hombres perdidos por la bebida, pero eso también lo tenemos en Argentina. Esta gente, con su sencillez y franqueza nos hace sentir muy bien. Muchos se nos acercan a preguntarnos tímidamente de dónde somos y a dónde vamos, nos desean suerte y siguen su camino. Otros enseguida se dan cuenta que somos argentinos ("por la forma de hablar y la patente", según nos dicen), algunos nos dán más charla. TODOS nos tratan bien.

 
 la placita

Es media mañana de un sábado, y el centro de Tarija está tranquilo. Damos unas vueltas y nos encontramos con un edificio que literalmente resplandece: está pintado de dorado y plateado. Es realmente alucinante. Mientras me bajo a sacar fotos, pregunto a un hombre que pasaba qué edificio era: se trata de La casa de la cultura, y otra vez nos quedamos con muchas preguntas por hacer. Ese día estaba cerrada.

 La Casa de la Cultura

Tarija tiene unas callecitas hermosas

 


 calles de Tarija



 procesión

Seguimos las indicaciones de la amable señora de la plaza, y llegamos a El Campesino. Es una gran feria donde se puede comprar de todo. El unico inconveniente que le ví, al menos para los patones como nosotros, es que el calzado es para pies pequeños... Salvando eso, todo bien.

Pasamos por una farmacia, y compramos las pastillitas para el Soroche o apunamiento. Las veces que habíamos estado a cerca de 5000 msnm, en Salta (Abra del Acay, camino a San Antonio de los Cobres) y Paso de Jama, en Jujuy, habíamos tomado té de pupusa y hojas de coca contra el mal de altura.. pero ahora, contábamos con pastillas! Tenemos las Sorochi Pills, o las PunaCap!!!! Compramos un blister de la primera, ya que en el camino que haremos, nos esperan grandes alturas.

Pasamos el resto del día tarijeño en nuestro campamento, respondiendo las millones de preguntas que nos hacían unos hipercuriosos niños que cerquita vendían refrescos y gelatinas.


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